«Alguna vez, siendo adolescente, en medio de la enfermedad y del dolor, afloraron extrañas palabras que empezaron a rondarme. ‘Lapislázuli’, por ejemplo. Yo no sabía lo que era eso, ¿Algo de lápiz? ¿algo de azul? Aquella palabra me acosaba con persistencia de diablito, pero poco a poco pude jugar con ella como con un gato. Me mecía, me mordía, me consolaba. Hacía todo más llevadero. Todas estas son formas de estar en poesía».
Juan Gelman, «Dentro y fuera de la lengua», citado por Laura Devetach en La construcción del camino lector.
Y a vos, ¿qué palabras te acosan? ¿Cuáles te mecen, te muerden, te consuelan…?
Una que sin dudas me muerde es «recóndito», y una que me acaricia, «etéreo».
«Fantasía» me pellizca y «penumbras» me estremece…
Buenísimas! Gracias, Alicia.