«En la lectura, los procesos inconscientes acercan a los niños [y a los adultos] a la esencia de las cosas. De este modo, pueden acercarse a la guerra siguiendo el camino de las pasiones humanas, para encontrarla donde en verdad nace, en los instintos de supervivencia y de territorialidad, en el miedo al otro, en la agresividad propia del ser humano. Conocer la raíz de las cosas no las hace mejores. Pero ayuda a lidiar con ellas.»
Marina Colasanti, «Leyendo en la casa de la guerra» en Fragatas para tierras lejanas, Bogotá, Norma, 2004.